Pascua Break

Y me tomé una semana, nomás. Una semana y unos días para volver a escribir en el blog, un poco porque soy terriblemente vaga, y otro tanto porque la verdad, después de un post medianamente decente, me da como cosa escribir a continuación uno que sea una mierda, como este mismo. Pero bueno, hagamos á la Woody Allen, que manda una buena y una mala (la gente que adoró Match Point me dijo que Scoop es mala. La gente que NO adoró Match Point no me interesa. Tengo que ver Scoop) y adelante con esto.
No es que no me haya pasado nada digno de ser posteable, a ver:
1. Puro Diseño hubiese merecido otros tres posts, por lo menos. Me limito a remarcar el hecho de que Lucía Galán vino a comprar a mi stand, me agradeció el piropo -"que flaca estás, Lucía!"- y compró a lo pavote. Evidentemente sigue viviendo de los derechos de autor de los otrora famosos Pimpinela, porque hasta donde yo se hace unos cuantos años que no pegan un hit. Y por Dios, ¿¿¿¿cómo se llamaba el flaco????
2. Tuve un casamiento judío que duró desde las 11 A.M. hasta las 2 A.M. Esta gente tiene mucho más claro cómo divertirse que los católicos: muy bien la comida, muy bien la música, muy bien todos los ritos y esas cosas con las que no me voy a meter porque no entiendo nada, pero me gustaron mucho. Muy mal enamorarme de un sujeto que vino a parar a mi mesa con su novia SuperM de 1, 80 mts. (el pibe media 1, 65, máximo).
3. El jueves fui a PianoBar y tuve la maravillosa suerte de que en medio de la noche caiga el Sr. Charly García a apropiarse del boliche y, al grito de "Mi capricho es ley", alternado con la afirmación "Mi hijo es un pelotudo" (cosa que ya sabíamos, pero gracias por la data) nos hiciese pasar a todos una velada de lo más bizarra. (Hay fotos, y video. En cuanto los tenga los subo.)
4. Lo más importante es que fui convocada para trabajar en la ya inminente Feria del Libro, cosa que me tiene muy contenta y, espero, me dará material de sobra para futuros - y mejores- posts.