En alguna vida pasada habré cometido un terrible error, o directamente debo haber sido un verdugo o un genocida. De otra manera no se entiende que me haya tocado pagar 150 años de mal karma en una sola movida, pasándome todo el día de ayer en el averno mismo, que en el plano de la Feria figura con el engañoso nombre de "Biblioteca Infantil".
Personalmente, no soy muy afecta a los niños. Los que me son familiares (primos, ahijados, sobrinos y demás) me caen simpáticos, pero los ajenos decididamente sacan todo lo peor de mí. O al menos eso pensaba hasta ayer, que me dí cuenta de que en realidad los pobrecitos son inimputables, y la culpa de absolutamente todo la tienen los padres.
Padres insoportables, histéricos, caprichosos, separados o con matrimonios mediocres, padres fracasados que sobrecargan a sus hijos con expectativas imposibles, padres "new age", padres por accidente...a cada uno le corresponde un heredero, y creanme si les digo que es MUY FACIL (y lo más divertido que se me ocurrió para hacer ayer) tratar de conectar a cada borrego con su progenitor.
A mi no me entra en la cabeza cómo a nadie se le ocurrió inventar un sistema para controlar los impulsos reproductivos de Lagente. Y no, no estoy hablando de control de natalidad, ni demográfico; yo lo llamo "Control de plagas", y funcionaría de la siguiente manera:
En cualquier lugar del mundo, si una persona quiere adoptar un retoño, y a menos que sea Madonna o Angelina Jolie, deberá tolerar una serie interminable de examenes fascistoides, que incuirán entrevistas hasta al maestro de 1er grado; monitoreos de la pareja (olvídense si no están felizmente casados) y todos sus parientes y amigos; documentos kilométricos a completar y años enteros en lista de espera. Queda clarísimo que cualquiera que esté dispuesto a sortear todos estos obstáculos será, en primer lugar, un devoto padre que desea un hijo más que cualquier otra cosa en el mundo.
La gente fértil, por el contrario, no tiene ningún impedimento para traer vástagos al mundo. Insensatos, conciben niños a troche y moche, inconscientes de la carga y sobretodo, de la responsabilidad moral que éstos representan.
Señores, un crío no es un perro, así que a menos que estén muy seguros de estar realmente en condiciones de hacerse cargo de la psiquis del vástago, decanten por la opción sensata y diganle NO a la reproducción indiscriminada.
Para facilitar las cosas, el estado tendría que decretar que antes siquiera de pensar en concebir, los potenciales padres tendrían que completar 45 cuestionarios en tres idiomas distintos, cumplir con exámenes psicológicos, psicomotrices y de coeficiente intelectual, y obviamente someterse a análisis de rigurosa cientificidad sobre sus características físicas y genéticas (vamos,que a nadie le gustan los bebés feos). Sólo así podremos, algún día, vivir en un mundo mejor y armonioso, en el que se cumplan las leyes de la selección natural.
lunes, 23 de abril de 2007
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5 comentarios:
yo propondria que la gente de facciones alargadas o desproporcionadas se le aten las trompas de falopeo o se le haga una vasectomia. Nadie quiere ver nenes orejones.
Ah insensatos! los quiero ver en 10 años cuando les agarre el ataque de parentalidad, nadie está exento, despues de todo somos seres humanos !!qué pretenden perfección?.Saludetes
Nunca podria haber estado mas de acuerdo!!! Y mas alla de lospares que son unos boludos que no saben controlar a los hijos, me parece mas preocupante aun, que tengan hijos (y varios) aquellos que ni siquiera tengan para alimentarlos. Es un tema demasiado compicado para un comment.
Srta Mireya, con todo respeto, si el ataque de paternidad no me agarro hasta ahora (tengo 33 años), no creo que me venga mas adelante. Gracias al cielo!
Ethnic cleansing!
Mireya: Por supuesto que pretendo perfección, y me sometería de muy buena gana a los controles gubernamentales correspondientes.
Nituni: Demasiado complicado, tal cual. Reda para profundizar, igual.
Los isleros: Más que "Ethnic" yo la llamaría ETHIC.
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